Principios de diseño

Antes de ponerte a definir componentes y otros patrones del sistema, necesitas unos principios de diseño fuertes: son la base de cualquier sistema de diseño. Es la mejor manera de asegurarte que el propósito de tu producto o compañía se reflejan en el diseño que estás creando. El enfoque de estos principios varía mucho dependiendo de la compañía: algunas tienen principios de diseño muy focalizados en la cultura de la empresa, otras los focalizan más en la marca, otras en el proceso de diseño...

Pero entonces...¿qué son los principios de diseño? Son algo abstractos, pero podríamos decir que los principios de diseño son leyes, directrices y consideraciones de diseño de amplia aplicación, que apoyan el propósito del producto y ayudan a que tenga un carácter distintivo. Luego veremos algunos ejemplos conforme vayamos explicando qué características deben tener.

Las compañías más grandes a veces tienen principios separados para cada área: UX tiene los suyos, marca los suyos, marketing los suyos, producto lo mismo, etc. Esto puede que funcione para algunas compañías, sin embargo, nuestra recomendación es tener un conjunto de principios común a todos los equipos, para no empezar creando un sistema ya fragmentado desde el principio.

'Sólo hay un sistema. Y los principios están ahí para conectar los puntos.' - Jurgen Spangl, Head of Design en Atlassian

Cualidades de unos buenos principios de diseño

Son auténticos y únicos

Lo que hará que tus principios de diseño sean útiles es saber exactamente qué significan esas palabras para ti, para tu equipo o tu compañía. Por tanto, cuanto más concretos y únicos sean, más fácil será interpretarlos, sentirse representado por ellos y ponerlos en práctica.

'Simple, útil, divertido'. No tienen nada de único, ¿no? ¿Te imaginas un producto con principios como 'complicado, inútil y aburrido'? Intenta ir más allá y piensa en aquello que haga realmente especial a tu equipo, tu producto o tu empresa.

Son prácticos y accionables

Unos buenos principios de diseño deben ofrecer algo de guía a la hora de tomar decisiones o resolver problemas. Piensa en ellos como algo que te da consejos a la hora de construir tu producto.

Por ejemplo, uno de los principios de diseño de TED es 'Se atemporal, no vanguardista'. Esto ayuda a los diseñadores a tomar decisiones en el día a día.

Te ayudan a priorizar

Los principios de diseño te ayudan a priorizar unas cosas sobre otras cuando hay decisiones difíciles que tomar. Por ejemplo...¿esta página debe ser más visual o más funcional? ¿Esta sección tiene que ser más seria o más divertida? Los buenos principios de diseño te ayudan a priorizar, a balancear, especialmente cuando entran en conflicto diferentes factores.

Salesforce tiene sus 4 principios de diseño ordenados por prioridad. 'Claridad. Eficiencia. Consistencia. Belleza'. Esto significa que, para ellos, la claridad es más importante que la consistencia, por ejemplo. Ordenar tus principios es una forma genial de recordar este tipo de cosas.

Son memorables y fáciles de contar

El número de principios y como los redactas es muy importante, pues tiene un impacto directo en lo fácil que será acordarse de ellos. Para ser recordados, tienes que usarlos constantemente. Tienen que estar en tu día, en tus conversaciones con el equipo, en tus presentaciones o incluso en las paredes si fuese necesario. Intenta tener entre 3 y 5 principios de diseño. ¡La memoria humana es limitada!

Spotify por ejemplo usa un acrónimo para ayudar al equipo a recordar sus 4 principios de diseño. 'T.O.N.E.', que significa 'Tone, Usable, Necessary, Emotive.' Este tipo de juegos son geniales para asegurarte que tu equipo se acuerda de tus principios de diseño.

Acciones

  1. Empieza pensando en el propósito de tu compañía o tu producto.

  2. Organiza un workshop con miembros clave que representen a diferentes equipos y proyectos para alinearos sobre qué principios representan de verdad a tu marca, tu producto y tu equipo.

  3. Céntrate en quién los va a usar y redáctalos con ese tipo de perfil en mente. Tu usuario ahora no es el cliente de tu producto, es tu propio equipo.

  4. Téstalos en el día a día y sigue evolucionándolos. No te preocupes mucho con definir unos principios perfectos a la primera; empieza teniendo un buen conjunto, observa si te ayudan y vete cambiándolos si es necesario.

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