Sistemas en el mundo digital

Un sistema de diseño es una herramienta que permite a los equipos establecer patrones de uso para construir productos digitales. Estos patrones son elementos o prácticas reutilizables a lo largo de todo el ecosistema de productos y cuya reutilización tiene un impacto enorme en la consistencia y la eficiencia.

Los sistemas parten de una premisa modular, permitiendo que los elementos escalen para dar soporte desde las funcionalidades más básicas a las más complejas (igual que una Billy podía combinarse para formar un todo más grande y dar soporte a funcionalidades muy diversas).

Un sistema de diseño en un conjunto de patrones interconectados y de prácticas compartidas, todo ello organizado coherentemente al servicio del propósito de un producto digital.

Características de un sistema de diseño

Un sistema de diseño crea un lenguaje común entre los equipos de diseño y desarrollo, definiendo reglas que se cimientan en unos principios muy claros.

Las soluciones deben funcionar tanto para proyectos y equipos pequeños, como para los más grandes.

Los patrones comunes a lo largo del sistema son lo que hacen que sea tan eficiente y que la calidad no se pierda conforme van surgiendo más y más proyectos.

Las guías de uso que vamos a generar son claras sin que eso suponga limitar las posibilidades de innovación (¡esto último es importante y muchas veces se deja de lado!)

Las decisiones se deben tomar pensando en la cultura de la compañía y el ecosistema digital completo.

El uso y el rendimiento del sistema de diseño pueden ser medidos con sumo detalle de forma que podamos probar su valor y retorno con datos reales.

Una herramienta escalable y dinámica

Un sistema de diseño (como hemos visto) es flexible y continúa evolucionando a lo largo del tiempo, en función de los objetivos de negocio, los diferentes test de usuario que se vayan haciendo o incluso las tendencias del sector y los espacios para innovar dentro del propio sistema.

Una de las principales diferencias entre un sistema de diseño y una guía de estilo es esa precisamente — un sistema de diseño es escalable y dinámico. A diferencia de lo que antaño era entregar una guía de estilo en un momento concreto del proyecto, en un sistema de diseño la colaboración entre diseñadores y desarrolladores es contínua. Por eso, recomendamos encarecidamente que el sistema de diseño sea tratado como un producto y no como un proyecto dentro de tu empresa.

Los sistemas de diseño están siendo adoptados cada vez por más equipos que trabajan en entornos ágiles, permitiendo a las empresas construir productos más rápido y ahorrar muchísimo tiempo y dinero.

Siempre recomendamos que un sistema de diseño sea tratado como un producto en constante evolución y no como un proyecto con un principio y un fin dentro de tu empresa.

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